Hossein Derakhshan, el padre de los blogueros en Irán, ha sido condenado a diecinueve años de cárcel por “cooperación con países enemigos, difundir propaganda contra las autoridades, promover grupos contrarrevolucionarios e insultar al islam”. Este juicio suscita otra vez el debate sobre la libertad de expresión en Irán, donde reina la censura.

Para mí, es intolerable que hombres y mujeres sean encarcelados o aún ejecutados por el simple hecho de expresar su opinión. La libertad de los medias es indispensable para prevenir los conflictos, traer la paz y lograr avances en todos los sectores, que sean científicos o culturales. Los países que, como Irán, prohíben la libre expresión saben que esta libertad lleva a la democratización y se niegan a compartir su poder con el pueblo. En mi opinión, esos hombres, además de ser criminales por detener o matar a personas inocentes, son inconscientes que niegan a sus países la oportunidad de desarrollarse y de mejorar, porque callando la voz del pueblo, matan sus ideas.
Artículos de prensa relacionados con el tema:
No hay comentarios:
Publicar un comentario